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El montaje y la posproducción están formados por distintas partes que podemos agrupar en tres frases: la edición off-line, el conformado y la edición on-line. Para ello, es indispensable la participación de técnicas/as especialistas en distintas disciplinas, sin ellos/as, no sería posible. En este post, te explicaremos cuáles son las fases y las funciones profesionales de la posproducción audiovisual y el montaje.

Las fases y las funciones del equipo humano
Para conocer las fases, es fundamental conocer las necesidades básicas del proceso y quien se ocupará de ellas. Destacamos las dos figuras fundamentales en el proceso de la posproducción.
– Supervisor/a de posproducción: es la persona que supervisa el proceso de posproducción, de principio a fin. Esta figura guía y toma las decisiones adecuadas para asegurar la buena comunicación entre el productor, el montador, el supervisor de sonido o cualquier departamento que trabaje en el proyecto. Es el/la responsable de que el flujo de trabajo sea el más eficaz.
– Ingeniero/a de posproducción: se encarga de controlar los posibles problemas técnicos que puedan surgir durante el proceso para que el flujo de trabajo no se vea interrumpido. Asimismo, debe garantizar la infraestructura tecnológica óptima y la conectividad interna de las distintas plataformas de software para permitir que el proyecto no sufra compilaciones.
Fase 1. Edición off-line
El montador/a
En esta primera fase de edición, la función de los/las montadores/as es juntar los planos de rodaje de tal forma que se cree un producto coherente. Las herramientas que se utilizan son el software de edición y su referencia debe ser el guion del proyecto.
El montador/a debe encargarse de corregir los posibles errores cometidos en la fase de preproducción y, a partir del material obtenido en el rodaje, deberá crear el producto final. Se le puede considerar el cerebro creativo del proceso de posproducción. En esta fase también se cuenta con un perfil de montador/a especializado en acabados finales, quien se ocupa de incluir los títulos, rótulos, efectos, animaciones simples, etc. También debe corroborar que el producto final cumple con las especificaciones técnicas requeridas en la máxima calidad posible antes de enviarlo a masterizar (proceso final en la postproducción de audio).
Departamento de efectos visuales
La mayoría de grandes producciones hacen uso de las posibilidades de los efectos visuales. Para ello, es necesaria la participación de personal experimentado en distintos ámbitos de VFX, como, por ejemplo, la animación 2D o 3D. Como encargado/a en este departamento, encontramos al supervisor/a de efectos visuales, quien toma las decisiones creativas basándose en las demandas establecidas por el director del proyecto.
Fase 2. El conformado. De la edición off-line al acabado final
En la fase 1 se utiliza material en baja resolución que facilita la capacidad de lectura y procesado. En esta segunda fase, se pasa a utilizar el material con la calidad real, que lleva el nombre de conformado.
Departamento de sonido
La posproducción de sonido y música es fundamental en cualquier proyecto audiovisual, por eso se encuentra separado del proceso de edición y conforma un departamento aparte. El audio se envía asegurando que todo está en su lugar, para que el video y el audio coincidan. En este departamento podemos diferenciar diferentes perfiles profesionales:
– Editor/a de sonido, quien limpia y edita los efectos de sonido y audio.
– Editor/a de diálogos, se asegura que los diálogos tengan la máxima calidad posible.
– Artista de foleys, crea y graba los efectos sonoros que después se adjuntan en la edición del sonido.
– Compositor/a, se encarga de crear la música para el proyecto.
– Mezcladores/as, responsables de decidir la composición específica entre los sonidos y la música del proyecto.
Departamento de imagen
En este hay dos figuras esenciales: el colorista y el etalonador.
El/la colorista es el/la responsable de todo lo relacionado con la calidad de la imagen del producto final, es decir, se encarga de los retoques de color. El/la etalonador debe garantizar que el resultado final responda a la visión estilística que el director quiere desarrollar. Igualará el balance de color, la saturación y la luminosidad de cada plano.
Fase 3. La edición on-line y el acabado final. La masterización
Una vez finalizado el trabajo de los departamentos nombrados anteriormente, se debe presentar a los/las clientes/as y productores/as el trabajo final y ofrecer la opción de poder realizar retoques relativos.
La masterización es la acción de obtener el archivo final con la mejor versión y la calidad más alta posible, pasando de múltiples imágenes y múltiples sonidos a un único archivo. Para ello, es necesario contar con el trabajo de expertos/as en masterización que son los/las responsables del producto final.
Después, toca convertir el archivo máster a un formato que se pueda visualizar. A partir del máster se crean los formatos de entrega para que el producto pueda ser distribuido y proyectado en las distintas plataformas que existen en el mercado.
En este apartado también trabajan profesionales que crean el material de distribución del producto, como los teasers, los tráileres o la comunicación visual.
Por último, se debe decidir dónde y cómo archivar y guardar el proyecto. ¡Sin olvidarnos de realizar una copia de seguridad!

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