Medusas: su picadura y cómo curarla | Primeros auxilios

La picadura de medusa es un accidente muy común en verano, y hay muchos mitos sobre cómo curarla. En este artículo de primeros auxilios sobre medusas, su picadura y cómo curarla te contamos todo lo que necesitas saber sobre este animal marino. Sigue leyendo, ¡que no te pille desprevenido/a!

El año pasado se advirtió desde el Instituto de Ciencias del Mar sobre el aumento de la presencia de medusas en las costas españolas. Además, se incluyen entre ellas especies invasoras y mucho más peligrosas, como la carabela portuguesa. Ante este fenómeno es importante saber cómo actuar correctamente, pues algunas especies son altamente venenosas.

Qué debes saber sobre las medusas

En nuestro litoral habitan actualmente unas 200 especies distintas de medusas. Muchas son de un tamaño muy reducido, por lo que no causan problema alguno. Sin embargo, la mayoría de ellas habitan en la zona más cercana a la playa, dado que necesitan estar cerca del fondo marino para sobrevivir. 

El primer mito que descartamos hoy es que las medusas se mueven únicamente por corrientes de agua más cálidas. La realidad es que las distintas especies se reparten en aguas cálidas y frías, de hecho, las medusas son mucho más comunes en invierno, pero dada la mínima presencia de bañistas este fenómeno pasa desapercibido.

El segundo mito que desechamos es que aplicar orina o vinagre funcione contra la picadura. Lo único que conseguiremos con estos remedios caseros es producir infecciones y quemaduras.

¿Qué hacer en caso de que te pique una medusa?

1. Evita tener más contacto con la medusa. Muchas especies se caracterizan por unos tentáculos muy largos, que pueden llegar a más de un metro. Por ese motivo es importante evitar que el tentáculo quede enrollado en tu cuerpo o extremidades.
   
2. Dada la reacción natural del cuerpo ante el dolor y los movimientos bruscos, es muy probable que te queden restos de tentáculos en la piel. Deberás evitar rascar o frotar, ya que el tentáculo y las células urticantes que contiene pueden seguir liberando veneno, afectando más a la piel. 
   
3. Quita los restos de tentáculos con pinzas o materiales que eviten el contacto con los dedos. 
   
4. Procede a limpiar la zona afectada con agua salada. El agua dulce produce la liberación de más veneno. 
   
5. Cuando hayas limpiado la zona, deberás aplicar frío en la parte afectada. Pero recuerda: no debes poner el hielo directamente sobre la piel porque el agua dulce continuará liberando el veneno. 
   
6. El hielo calmará, pero lo más importante: hará que el efecto del veneno se reduzca. Si actúas rápido en los primeros diez minutos aplicando el hielo, podrás evitar heridas que provocan algunas especies más peligrosas.
   
7. Si la picadura es grave, contacta con el personal médico para que te pueda prescribir los medicamentos pertinentes. También será de ayuda haber visto e informar sobre el tipo de medusa que ha causado la picadura.
   
8. En los días posteriores a la picadura, deberás limpiar regularmente la zona, pues las infecciones son muy comunes.

¿Cómo pican las medusas?

Los tentáculos de las medusas están recubiertos de unas células estructuradas en forma de pequeño arpón, responsables de inyectar el veneno. Nuestro cuerpo, ante el contacto con los tentáculos, responde con una reacción alérgica. Lo sorprendente es que nuestro cuerpo se hace cada vez más sensible a la picadura de medusa cuantas más veces nos haya sucedido a lo largo de la vida. 

La reacción al veneno de la picadura será más o menos grave dependiendo de la zona del cuerpo en la que se haya producido. Y se agravará más según lo profunda que sea. Si entra directamente al torrente sanguíneo puede tener consecuencias muy negativas para la salud.

¿Habrá cada vez más medusas?

Todo indica que sí, y nosotros somos responsables. ¿Por qué? Los factores que provocan su aumento están directamente relacionados con la acción humana. 

El primero de estos factores son los contaminantes orgánicos en el mar. La agricultura intensiva requiere de grandes cantidades de fertilizantes. Cuando estos llegan al mar tienen el mismo efecto que en la tierra; hacen crecer y proliferar las algas y el plancton, que son el alimento de las medusas. Esto permite que cerca de la costa se pueda mantener una elevada población de estos animales. 

Otro de los factores que hacen proliferar la población de medusas es la sobrepesca. Seguimos hablando de alimento, y es que la explotación intensiva de los recursos marítimos que lleva a cabo el ser humano provoca que haya menos competencia en el mar por los recursos alimenticios. Peces y medusas se alimentan de plantas marinas y plancton, por lo que la reducción masiva de peces provoca que las medusas no tengan competidores ni depredadores.

Un consejo básico pero al que no todo el mundo hace caso en verano es tener en cuenta las recomendaciones de los servicios de vigilancia en las playas. La presencia de especies de medusas peligrosas es cada vez más frecuente, por lo que respetar las restricciones puede evitarnos accidentes tan comunes en esta temporada.

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Si quieres saber más sobre las medusas y su presencia en nuestras costas, no dudes en visitar el Instituto de Ciencias del Mar