El verano es la época por excelencia para descansar y disfrutar. Es la temporada donde la gente suele pasar más tiempo de vacaciones. Este periodo de descanso se planea con antelación y suele ser muy esperado. Sin embargo, antes, durante o después de las vacaciones podemos tener alguna de las temidas infecciones de verano. Las altas temperaturas, los viajes o incluso el pasar más tiempo al aire libre, hacen que algunas enfermedades se vuelvan más comunes en verano. Aprende a evitar y hacer frente a las infecciones de verano.
Gastroenteritis en verano
La gastroenteritis es una inflamación de la mucosa del estómago y sobre todo del intestino. La gastroenteritis y los efectos derivados, como la diarrea o los vómitos, proliferan con mayor frecuencia durante las épocas de mayor calor. El consumo de alimentos en mal estado o la ingesta de alcohol suelen ser unas de las causas principales de este virus.
Si aparece es importante tener una dieta astringente, baja en grasa, exenta en lactosa y son alimentos irritantes como el café o las bebidas gaseosas ni flatulentos. Si el malestar persiste, es buena idea acudir al médico de cabecera.
Infecciones por el agua en verano
Los continuos baños en la playa o piscina pueden afectar de forma negativa a nuestra salud si no tenemos cuidado. La humedad de algunas zonas o el hecho de no secarse bien después de haber estado en contacto con el agua, puede causar hongos. Esta inflamación de la piel es muy frecuente que aparezca en los pies. Este tipo de infecciones requieren tratamiento médico específico.
Además de la aparición de hongos, el agua acumulada nadando es la causa de las otitis externas. La humedad acumulada en el oído es un caldo de cultivo para las bacterias. Asimismo, la exposición a agua contaminada puede causar este también llamado oído de nadador.
Para evitar las otitis es importante secar los oídos con una toalla limpia. Si la sensación de agua en el canal auditivo persiste, se puede utilizar un secador a una distancia prudencial durante algunos minutos. Además de esto, hay que poner en marcha otra serie de precauciones:
- Mantener el oído limpio: el exceso de cerumen favorece la aparición de otitis.
- No utilizar bastoncillos: este producto solo debe utilizarse por el exterior de la oreja y nunca por el interior, ya que empujaría los gérmenes hacia el interior.
- Evitar sumergirse de forma violenta o bucear en exceso: esto aumenta las posibilidades de que entre líquido en el canal auditivo.
En los casos en los que la otitis sea muy recurrente, es aconsejable utilizar tapones para los oídos.
En caso de tener sospechas de otitis, es necesario acudir a un especialista. En los casos más comunes, solo será necesario aplicar unas gotas. Para las situaciones más complicadas, el médico podrá recetar antibióticos.
Cistitis en verano
La palabra cistitis es el término médico utilizado para la inflamación de vejiga. La gran parte de las veces, la cistitis es causada por una bacteria que infecta las vías urinarias. La inflamación de vejiga es doloroso y en los casos más complicados puede propagarse a los riñones. Los síntomas de la cistitis son:
- Dolor o escozor miccional
- Sensación permanente de deseo de hacer pis
- En ocasiones hay orina con sangre
La cistitis en verano es causada por el aumento de la humedad en la zona íntima. El hecho de llevar siempre un bañador húmedo crea un espacio ideal para que las bacterias empiecen a proliferar. Para evitar la cistitis en verano es necesario no estar un tiempo excesivo con el bañador mojado.
En caso de sospecha de cistitis, es importante acudir al médico. Este pedirá una muestra de orina para poder realizar las pruebas necesarias. Además, esto irá acompañado de exploraciones complementarias para saber si se trata de:
- Infección aislada
- Infección no resuelta
- Infección recurrente
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