En el sector alimentario, los controles de calidad son imprescindibles y obligatorios con el objetivo de proteger al consumidor y garantizar que todos los alimentos cumplan con los requisitos establecidos en la legislación vigente.
En este post nos centraremos en explicar qué criterios se tienen en cuenta para evaluar la calidad de cualquier producto y cómo se llevan a cabo estos controles.
¿Qué es la calidad?
El paso previo es acotar qué entendemos por calidad. Se trata de las cualidades y propiedades que presentan un alimento y que hacen que sea atractivo y aceptado por los consumidores, tanto desde el punto de vista sanitario como económico, nutritivo, económico y sensorial, entre otros.
Para evaluar la calidad de los alimentos se llevan a cabo controles de calidad, en los cuales se miden criterios de salubridad e inocuidad, las características nutritivas y las organolépticas, es decir, que se aprecian a través de los sentidos (como el olor o la textura).
Todas las empresas que estén en contacto con materias primas o alimentos están obligadas a realizar dichos controles de calidad. No obstante, dada la inviabilidad de analizar de forma individual cada uno de estos productos, las compañías optan por analizar una muestra representativa de la producción total.
Nuestra profesora Sandra te lo explica detalladamente en el siguiente vídeo:
Además del control llevado a cabo en el sí de las empresas, las administraciones públicas también deben verificar el cumplimiento de la normativa vigente y evitar posibles fraudes con la calidad de los productos alimentarios mediante inspecciones.
Los controles de calidad de los alimentos los abordarás en el Grado Superior de Dietética.
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