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¿Sabes cómo se identifica un caso de congelación? ¿A qué hace referencia este término? Descubre sus síntomas y algunas recomendaciones básicas de primeros auxilios.
Una exposición continuada a temperaturas muy bajas no siempre deriva en una congelación generalizada del cuerpo humanos, es decir, en una hipotermia. En este artículo nos centraremos en ver los síntomas, los tres grados de congelaciones y cómo se debe actuar ante un caso de estas características.
¿Qué es la congelación?
Una congelación es una lesión localizada tras la exposición de una parte del cuerpo a temperaturas inferiores a -2 ºC y consiste en la formación de cristales de hielo en los tejidos y células de una zona del cuerpo y la consiguiente deshidratación de la misma.
Respecto a la localización de las congelaciones, es más habitual que afecte a zonas distales de las extremidades y la piel no cubierta por ropa y que, por tanto, están expuestas directamente a la acción del frío, como pueden ser las manos, los pies o la cara.
¿Cuáles son los síntomas?
Cuando la piel se congela, adquiere un color rojizo, se hincha, duele y, finalmente, la piel se vuelve negra, lo que significa que las células de las zonas congeladas mueren. Según la intensidad del congelamiento, el tejido afectado puede llegar a recuperarse o, por el contrario, a gangrenarse.
A grandes rasgos, los síntomas del congelamiento son:
- Al principio, piel fría y sensación de cosquilleo.
- A las 4-6 horas suelen aparecer ampollas, una vez se ha calentado la zona y la piel se cubre con manchas.
Grados de congelación
En función de la gravedad de la congelación, podemos diferenciar los síntomas:
- Congelaciones de primer grado: Se caracterizan por la palidez y frialdad de la piel, el entumecimiento, hormigueos y disminución de la sensibilidad. Estas congelaciones suelen ser indoloras.
- Congelaciones de segundo grado: Se caracterizan por tener un color rojizo o morado y la persona tiene torpeza en los movimientos, hinchazón, endema y aparición de ampollas. Estas lesiones sí que son muy dolorosas.
- Congelaciones de tercer grado: Se caracterizan por presentar un color negruzco, aparecen costras debido a la destrucción de los tejidos (necrosis), y son indoloras, pues las terminaciones nerviosas han sido destruidas.
¿Cómo actuar ante un caso?
Cuando más tiempo permanezca una zona congelada, mayor será el daño causado. Por ello, es muy importante la atención de primeros auxilios y prehospitalaria ante una congelación: el recalentamiento de la zona afectada sumergiéndola en agua caliente (entre 40 y 42 ºC) es una actuación básica, así como trasladar al paciente a un lugar seco y caliente y cambiar la ropa mojada por prendas secas.
Cabe subrayar que frotar la zona congelada puede lesionar más los tejidos, por lo que se debe evitar. Limpiar la zona suavemente, secarla y protegerla con compresas estériles también es buena actuación si la descongelación debe retrasarse.
El tratamiento de las congelaciones se trata en la asignatura de Primeros Auxilios de los ciclos de Sanidad de ILERNA Online.
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