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¿Sabes qué es la globalización y la transversalidad cuando se habla del ámbito educativo? Te lo explicamos en este artículo de María de la Sierra, profesora en ILERNA Online, donde también se introducen distintas propuestas metodológicas.
La etapa de Educación Infantil es una de las más importantes del sistema educativo ya que los niños y las niñas tienen una enorme capacidad de aprendizaje. No obstante, al mismo tiempo, son muy dependientes. A la hora de educar, es fundamental conseguir un aprendizaje constructivista, verdadero y funcional que tenga en cuenta dos conceptos esenciales: la globalización y la transversalidad.
María de la Sierra, profesora en el ciclo de FP de Educación Infantil, nos explica qué implican estos términos en el ámbito de la educación y, también, comparte algunas propuestas metodológicas que podrían fomentar el desarrollo de los más pequeños y las más pequeñas. ¡Léelo a continuación!
El rol de la educación en el desarrollo de la persona
Cuando hablamos de la educación y la formación de las personas, no nos referimos únicamente a la transmisión de unos conocimientos o contenidos concretos relacionados con un tema de trabajo. La educación va mucho más allá, sobre todo, cuando nos referimos a la etapa de Educación Infantil.
Los primeros años de vida de las personas representan la etapa más propicia para la adquisición de conocimientos, aprendizajes, valores, normas… En definitiva, son determinantes para la formación de la persona y su evolución en las posteriores etapas. Así pues, hablamos de un desarrollo integral que llevará a los niños y las niñas a aprender a ser y actuar dentro del conjunto de la sociedad.
Para conseguir este objetivo a través de la educación debemos valorar y tener en cuenta dos conceptos importantes: la globalización y la transversalidad.
¿Qué es la globalización en este ámbito?
Los niños y las niñas perciben la realidad de lo que les rodea como un todo, es decir, en su conjunto, sin diferenciar las partes. La globalización aquí hace referencia al aprendizaje significativo, es decir, a aquel que nos permite establecer relaciones entre conocimientos previos que ya tenemos adquiridos (por lo tanto, forman parte de nuestro bagaje cognitivos) y aquellos conceptos o aprendizajes que son nuevos. Para que se produzcan estas relaciones, es necesario contextualizar.
Desde este punto de vista, la globalización nos facilita trabajar múltiples conocimientos y áreas a través de actividades que permiten a los niños y las niñas potenciar el trabajo lógico-matemático, fomentar la creatividad, generar dudas para buscar soluciones, enriquecer el conocimiento artístico, desarrollar las capacidades cognitivas… Por ejemplo, las actividades con bloques de construcción, si se realizan en grupos, les pueden llevar a realizar diferentes figuras y creaciones.
¿Y qué se entiende por transversalidad en educación?
Cuando hablamos de transversalidad nos referimos al trabajo de conceptos relacionados con la actitud que abarcan aspectos culturales, morales y éticos. Deben estar presentes en el trabajo diario de los más pequeños y pequeñas por su relevancia en lo que al conjunto de la sociedad se refiere.
Estos aprendizajes se encuentran implícitos dentro del currículum y nos referimos a ellos como temas transversales que se relacionan con otros aspectos como la educación para la paz, la educación ambiental, la educación vial, la educación para la igualdad…
Propuestas metodológicas globales y transversales
Para conseguir un desarrollo íntegro en la infancia, si tenemos en cuenta estos conceptos de globalización y transversalidad en educación, podemos destacar algunas propuestas metodológicas como, por ejemplo:
- Centros de interés: Los niños y las niñas aprenden a partir de sus propias necesidades, intereses y motivaciones.
- Rincones: Suponen la organización del aula en pequeños espacios a través de los cuales los más pequeños y las más pequeñas pueden llevar a cabo actividades de manera libre o guiada por el educador o la educadora. La experimentación, manipulación, observación… les permite potenciar distintas habilidades como, por ejemplo, la capacidad de elección.
- Aprendizaje basado en proyectos: Potencia el trabajo colaborativo y la resolución de problemas en los niños y las niñas que están en contacto con la realidad y, a partir de una situación específica, deberán actuar y buscar la solución más acertada. Esta metodología les permite aprender experimentando según sus inquietudes.
- Talleres: Facilitan el trabajo grupal entre diferentes edades y, también, la adquisición de aprendizajes a través de actividades que permiten a los niños y las niñas no sólo llevar a cabo una serie de acciones sino reflexionar sobre las mismas. Se despierta su creatividad y, además, se fomenta la cooperación.
Todos los educadores y educadoras deben tener presente esta gran labor como guías y orientadores del aprendizaje que les permite contribuir en la construcción de futuras personas capaces de afrontar y superar todos los retos que les pueda presentar la sociedad.
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