Índice
Seguro que alguna vez te has planteado qué peinado te sentaría mejor, es entonces cuando los miedos florecen y te preguntas ¿Saldrá bien? ¿Y si después tengo que pasar meses incómodo/a hasta que vuelva a crecer el pelo? Muchas veces fantaseamos con ese tinte, el pelo corto…pero hoy vamos a aprender un poco más sobre el tema gracias al visagismo en peluquería.

Multitud de aspectos son los que deben considerarse en los procesos de peluquería, como la silueta, el cuello, las facciones…incluso el color de la piel y los ojos o el tipo de cráneo. Teniendo en cuenta que las modas y los gustos de cada persona influyen en las posibilidades de encontrar un peinado adecuado el trabajo del estilista supone todo un análisis en profundidad.
El visagismo
El concepto de visagismo proviene de la palabra francesa visage que significa rostro. No es de extrañar pues que su creador fuese el francés Claude Juillard, graduado en bellas artes que desarrolló su carrera en el estilismo.
El visagismo tiene el propósito de realzar las cualidades naturales del rostro de la persona a través del corte de pelo, tinte, peinado y maquillaje. Esto requiere de un estudio en profundidad de los tipos de rostro, cuerpo, personalidad, facciones y tonos de piel y ojos.
Tal vez el principal motivo por el cual Juillard desarrolló este concepto es que en los años 80 no se consideraba que cada persona necesitase un peinado adecuado a sus características; las modas de la época era todo lo que se solicitaba.
Pero la verdad es que, más que con modas, el visagismo tiene sentido en su relación con la geometría, medidas y paleta cromática de la persona.
Visagismo en peluquería
Cada persona requiere de un estudio personalizado, se tienen en cuenta los rasgos, medidas y todo lo mencionado anteriormente. Por ejemplo, si la persona tiene un rostro cuadrado, con laterales rectos, el cabello largo y escalado suavizará y equilibrará las facciones. Si por el contrario la persona presenta un rostro alargado, los flequillos cortarán la percepción de largura.
Pero no nos dejemos engañar, pues no es tan simple como parece; se deben tener en cuenta las asimetrías del rostro, el cuello, color de ojos… es un rango muy amplio de posibilidades a tener en cuenta, una cantidad inmensa de variaciones para dar con la combinación estética más equilibrada.

Al dejar el comentario aceptas nuestra política de privacidad