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La educación reglada y la no reglada se diferencian principalmente en el tipo de reconocimiento que ofrecen. La primera está regulada por el Ministerio de Educación y otorga títulos oficiales con validez en todo el país. En cambio, la segunda permite adquirir conocimientos, pero el título que otorga no es oficial.
Este artículo explica en qué consisten ambos tipos de enseñanzas, las diferencias entre ellas y cómo elegir cuál cursar.
Es el conjunto de estudios que forman parte del sistema educativo oficial en España. Por tanto, estos programas y contenidos están supervisados por el Ministerio de Educación y FP.
Este tipo de enseñanza sigue un currículum establecido por la ley, que garantiza una educación estructurada y de calidad. Además, al finalizar cada nivel, otorga títulos oficiales reconocidos en todo el país. Estos estudios se pueden realizar en centros públicos, concertados o privados, como colegios, institutos y universidades.
Abarca distintos niveles educativos, pensados para acompañar el desarrollo académico de una persona, desde la infancia hasta la especialización profesional. Así, estos son los niveles que hay en la educación formal:
Se trata de un tipo de estudios fuera del Sistema Educativo Español, por lo que no depende del Ministerio de Educación, sino del Ministerio de Trabajo y Economía Social.
Su objetivo es ayudar a trabajadores, personas desempleadas y empresas a desarrollar habilidades y actualizar conocimientos para el mundo laboral. Así, los títulos que otorgan estas enseñanzas no son oficiales académicamente, pero sí tienen valor para crecer en lo profesional. Algunos ejemplos son:
Consulta qué es el certificado de profesionalidad en este artículo.
Para orientar las decisiones educativas y profesionales es muy importante conocer las diferencias entre estos dos tipos de enseñanzas:
La educación formal otorga títulos oficiales que son válidos académica y profesionalmente en toda España. En cambio, la no reglada no proporciona títulos oficiales, pero permite obtener certificados y acreditar horas de formación.
Algunos cursos pueden estar respaldados por organismos públicos y contar con validez profesional.
La enseñanza formal sigue un currículo oficial marcado por el Ministerio de Educación. Esto garantiza que, con independencia del centro donde se imparta, los contenidos serán los mismos. Además, su enfoque es más amplio, general y completo.
En cambio, la no reglada se centra en adquirir habilidades y conocimientos específicos para áreas concretas. Por eso, es más flexible y tiene la capacidad de adaptarse rápidamente a los cambios tecnológicos o del mercado laboral.
En este caso, cada centro puede definir los contenidos, lo que permite ajustar el temario con mayor libertad.
Los estudios formales son impartidos por instituciones educativas acreditadas, como colegios, institutos y universidades.
Por otra parte, los no reglados dependen de empresas, organizaciones, profesionales independientes, centros privados, escuelas de negocios o universidades privadas.
Los estudios formales suelen tener requisitos específicos como:
Por el contrario, en la formación no reglada, los requisitos son menos estrictos. La mayoría de cursos están abiertos a cualquier persona, aunque pueden existir criterios puntuales.
Por ejemplo, algunos másteres propios pueden pedir un nivel mínimo de inglés. O, en cursos subvencionados dirigidos a personas desempleadas, se suele requerir estar inscrito como demandante en los servicios públicos de empleo.
Para conocer cómo acceder a un máster sin carrera, consulta este artículo.
La duración de la enseñanza formal está definida según el nivel educativo. Por ejemplo, un ciclo formativo de grado medio o superior suele durar 2 años académicos.
La formación no reglada, por su parte, ofrece mayor flexibilidad. Existen cursos muy breves, como talleres o seminarios, que pueden durar unas horas o días. También hay programas más largos, que pueden extenderse durante varios meses o incluso años.
En algunos casos, para que un curso se considere relevante a nivel profesional, se exige una duración mínima. En el ámbito laboral, es común que se valore más cuando el curso supera las 40 horas, sobre todo si está vinculado a un oficio o sector concreto.
Al decidir entre estos dos tipos de formación, es fundamental evaluar la disponibilidad de tiempo, presupuesto y objetivos profesionales. La educación oficial suele requerir un mayor compromiso de tiempo y recursos, mientras que la no reglada ofrece más flexibilidad.
Por tanto, una estrategia efectiva es combinar ambos tipos, ya que se complementan y enriquecen el perfil profesional.
Es fundamental entender las diferencias entre ambas enseñanzas, ya que esto influye en la validez de los títulos y en la toma de decisiones sobre la educación y el desarrollo profesional.
Por ejemplo, la no reglada, aunque útil para adquirir habilidades específicas, por sí sola no proporciona acceso a puestos de trabajo en la administración pública. Muchas oposiciones requieren títulos oficiales que solo se obtienen a través de los estudios reglados.
Soy periodista por vocación. Me apasiona investigar y eso me llevó a trabajar como divulgadora científica. Más adelante, me especialicé en Comunicación Digital con enfoque SEO. Actualmente, combino mis dos pasiones creando contenido educativo que convierte temas complejos en información accesible y de valor.
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