¿Cuáles son las técnicas básicas de enfermería?

Las técnicas básicas de enfermería son procedimientos que permiten ofrecer cuidados a los pacientes en la movilidad, el cuidado de la higiene o la nutrición. 

A continuación, se explica en qué consisten estos procedimientos, qué tipos hay, quién es el profesional encargado de aplicarlas y dónde se pueden aprender. 

Qué son las técnicas básicas de enfermería

Las técnicas básicas de enfermería son el conjunto de procedimientos médicos y asistenciales para cuidar la salud del paciente. Estas acciones permiten mantener o mejorar su estado físico y emocional.

El objetivo principal es ofrecer una atención segura, eficaz y adaptada a cada situación, ya sea durante un ingreso hospitalario o en una consulta externa.

Estos cuidados no solo se realizan en hospitales o clínicas. Gracias a la atención domiciliaria, también pueden aplicarse en casa, lo que resulta clave para personas con:

• Problemas de movilidad
• Situaciones de dependencia
• Necesidades especiales

Tipos de técnicas comunes en enfermería

Las técnicas básicas más importantes para garantizar el cuidado diario del paciente son:

• Movilización 
• Exploración del cuerpo y toma de signos vitales
• Higiene 
• Administración de fármacos
• Primeros auxilios
• Alimentación

Movilización y traslado de pacientes

Cuando una persona no puede moverse por sí sola, necesita ayuda para cambiar de posición, levantarse de la cama o trasladarse a otro lugar. El objetivo de este procedimiento es evitar caídas, lesiones o complicaciones por estar mucho tiempo inmóvil. Algunos ejemplos de movilización son:

• Girar a un paciente encamado para aliviar la presión en la piel y prevenir úlceras por presión.
• Trasladar al paciente en silla de ruedas desde la habitación hasta una consulta médica u otras áreas del centro.
• Ejercicios de fortalecimiento muscular para ayudar a la recuperación tras una cirugía y facilitar el movimiento.

Toma y control de signos vitales

Las constantes vitales indican cómo funciona el cuerpo. Medirlos ayuda a saber si el paciente está estable o necesita atención médica. Esta tarea se realiza de forma regular para vigilar el estado de salud general. Los signos vitales más comunes son:

• Temperatura corporal, medida con un termómetro para detectar fiebre.
• Presión arterial, medida con un tensiómetro para evaluar la salud del sistema circulatorio.
• Pulsaciones del corazón, para conocer el ritmo cardíaco del paciente.
• Frecuencia respiratoria, observando la cantidad de respiraciones por minuto para detectar posibles dificultades respiratorias.

Higiene y cuidado personal

Mantener una buena higiene es clave para prevenir infecciones y mejorar el confort del paciente. Cuando la persona no puede asearse por sí sola, el personal auxiliar le presta apoyo en sus cuidados diarios. Las tareas más comunes incluyen:

• Baño en cama para un paciente inmovilizado o encamado.
• Lavado del cabello utilizando una palangana y una toalla absorbente.
• Cepillado de dientes o limpieza de la boca con una gasa húmeda cuando hay dificultades para usar el cepillo.
• Aplicación de crema hidratante para evitar que la piel se reseque o irrite.

Durante estas tareas, el personal también tiene la oportunidad de observar cualquier cambio en la piel, como heridas, erupciones o llagas, que pueda requerir atención.

Administración de medicamentos

El personal auxiliar ayuda a administrar medicamentos según las indicaciones del equipo médico. Existen varias formas de hacerlo, según el tipo de medicamento y la situación del paciente, por ejemplo:

• Pastillas por vía oral, administradas con un vaso de agua.
• Colirio para tratar infecciones o irritaciones oculares.
• Supositorios rectales para pacientes con estreñimiento.
• Crema tópica para tratar problemas de piel o lesiones superficiales.

Primeros auxilios y reanimación cardiopulmonar (RCP)

Los primeros auxilios son intervenciones básicas que se realizan en caso de accidente o urgencia médica, antes de que llegue el personal especializado. Entre ellas, destacan:

• Posición lateral de seguridad si una persona ha perdido el conocimiento pero sigue respirando.
• Compresiones torácicas y respiración boca a boca en caso de paro cardíaco.
• Detención de hemorragias aplicando presión directa con gasas o vendajes.
• Inmovilización de fracturas para evitar empeorar la lesión mientras se espera asistencia médica.

Alimentación y nutrición asistida

Algunas personas no pueden comer solas o necesitan una alimentación especial. El personal auxiliar se encarga de ayudarles a alimentarse cuando hay dificultades para tragar o digerir. Algunas tareas comunes incluyen:

• Dar la comida con cuchara a un paciente con movilidad reducida.
• Preparar una dieta triturada para aquellos que tienen dificultades para masticar.
• Administrar nutrición enteral a través de una sonda cuando el paciente no puede comer por la boca.

Además, se vigila si el paciente se alimenta bien y se identifican posibles signos de desnutrición o intolerancia.

Qué profesional las realiza

Las técnicas básicas de enfermería son responsabilidad del Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería, también conocido como auxiliar de enfermería.

Este profesional forma parte del equipo sanitario y trabaja en colaboración con enfermeros y otros especialistas de la salud. Siempre actúa bajo la supervisión del personal de enfermería, siguiendo las indicaciones del equipo médico y respetando los protocolos establecidos.

Para conocer más sobre las funciones del auxiliar de enfermería, consulta este artículo. 

Dónde aprenderlas

Todas estas técnicas se aprenden en el Grado Medio en Cuidados Auxiliares de Enfermería, un ciclo de Formación Profesional diseñado para preparar al alumnado en el cuidado básico de pacientes.

Durante la formación, se estudian los principales sistemas del cuerpo humano, la atención al paciente, la administración de medicamentos o la higiene hospitalaria, entre otros.

Además, el programa incluye prácticas en centros sanitarios, donde se aplican los conocimientos adquiridos en situaciones reales y bajo supervisión profesional.

En iLERNA, es posible cursar este grado medio en dos modalidades: online, para quienes buscan una formación flexible, o presencial en los centros de Sevilla, Madrid, Lleida, Jerez, Tarragona, Barcelona, Valladolid o Córdoba.