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¿Cómo combatir la soledad no deseada en personas mayores?

Servicio sociocultural, 20 MAY 2024, Emma Navalon Pascual

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La soledad no deseada se ha convertido en un desafío creciente en nuestra sociedad, que ya afecta a millones de personas en todo el mundo. En España, según el estudio El coste de la soledad no deseada en España, 6,3 millones de personas sufren los efectos negativos de la soledad, que afectan a su salud y a su calidad de vida. 

Este problema es especialmente preocupante en el caso de las personas mayores. Los datos de la Fundación la Caixa revelan que cerca de 3 millones de personas mayores en España se ven afectadas por la soledad no deseada. 

Ante esta realidad tan grave, es imprescindible abordar la soledad no deseada de manera efectiva y compasiva, desarrollando estrategias para promover la conexión social. En este artículo, exploraremos las diversas formas para hacer frente a la epidemia silenciosa del siglo XXI. 

¿Qué es la soledad no deseada?

La soledad no deseada es una sensación de aislamiento y desconexión social que una persona experimenta y que no busca de manera voluntaria, como su propio nombre indica. 

A diferencia de la soledad elegida, donde la persona elige estar sola por preferencia personal o necesidad de tiempo a solas, la soledad no deseada se experimenta como un estado negativo y angustiante.

La soledad no deseada tiene un origen multifactorial, ya que puede ocurrir cuando una persona se siente desconectada de los demás o no tiene suficiente apoyo social. Puede deberse a circunstancias como la pérdida de seres queridos, la jubilación o estar en situación de dependencia, entre otros aspectos. 

La soledad no deseada puede tener efectos adversos en la salud física, emocional y mental de una persona, y se ha asociado con un mayor riesgo de depresión, ansiedad, problemas de sueño, deterioro cognitivo y enfermedades crónicas.

¿A cuántas personas afecta la soledad no deseada?

La soledad no deseada es un fenómeno que afecta a un número importante de personas en todo el mundo y su impacto se está volviendo cada vez más evidente. De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha reconocido que la soledad no deseada se ha convertido en un problema de salud pública a nivel mundial

Aunque este fenómeno puede afectar a gente con independencia de su edad, las personas mayores son especialmente vulnerables a la soledad no deseada. Por ejemplo, según un estudio de la Fundación la Caixa, el 68,4% de las personas mayores experimentan algún grado de soledad en España

Este dato revela la magnitud del problema, sobre todo si tenemos en cuenta que las personas mayores se enfrentan a la pérdida de seres queridos o una menor participación social. 

¿Cómo detectar la soledad no deseada en mayores?

Detectar la soledad no deseada en personas mayores puede requerir una combinación de observación, comunicación y sensibilidad. Aquí te vamos a mostrar algunas señales que te ayudarán a identificar la soledad no deseada: 

  1. Cambios en el comportamiento: Si notas cambios significativos en el comportamiento de un adulto mayor, como aislarse socialmente, evitar actividades que solía disfrutar, o mostrar signos de tristeza o apatía, podría ser un indicador de soledad no deseada.
  2. Expresiones directas: Algunas personas mayores pueden expresar directamente sus sentimientos de soledad. Escuchar atentamente lo que dicen sobre sus experiencias sociales y emocionales puede dar pistas importantes.
  3. Condiciones físicas y de salud: La soledad no deseada puede tener efectos físicos y emocionales en los adultos mayores, como problemas de sueño, pérdida de apetito, depresión y ansiedad. Estar atento a estos signos puede ayudar a detectar la soledad.
  4. Reducción de interacciones sociales: Observa si hay una disminución en las interacciones sociales, como menos visitas de amigos o familiares, participación en actividades comunitarias o llamadas telefónicas.
  5. Estado emocional: La soledad no deseada puede manifestarse a través de emociones como tristeza, desesperanza, irritabilidad o incluso resentimiento.
  6. Cambios en el cuidado personal: La falta de motivación para cuidar de sí mismo, descuidar la higiene personal o la apariencia física también puede ser un indicador de soledad no deseada.
  7. Factores de riesgo: Algunos factores de riesgo como la viudedad, la jubilación, la pérdida de amigos o familiares, la movilidad reducida, o la falta de transporte pueden aumentar la probabilidad de experimentar soledad no deseada en los adultos mayores.

¿Cómo prevenir la soledad no deseada en personas adultas?

Ahora que conocemos cuáles son los síntomas que nos pueden dar la voz de alarma ante un caso de soledad no deseada, es esencial abordar este problema desde varios ángulos para promover estrategias que fortalezcan las conexiones sociales. Algunas de estas estrategias son:

Fomentar conexiones sociales

Ayudar a los adultos a mantener y desarrollar relaciones significativas con amigos, familiares y la comunidad en general es crucial. Sobre todo en una etapa vital en la que se producen muchas pérdidas y las personas ya están jubiladas, por lo que sienten un vacío difícil de llenar. 

Fomentar conexiones sociales implica facilitar la participación en actividades. Esto les dará la oportunidad de establecer nuevas conexiones y fortalecer las que ya tienen. De esta forma, crearán una red de apoyo social que es muy reconfortante ante la soledad. 

Incentivar la participación en actividades recreativas

Promover la participación en actividades recreativas y pasatiempos que interesen a los adultos puede ayudar a mantener su mente activa y proporcionar oportunidades para conocer nuevas personas y hacer amigos. 

Esto puede incluir actividades como clases de arte, grupos de lectura, clubes deportivos o clases de baile, que no sólo ofrecen entretenimiento, sino también la posibilidad de interactuar con otros de manera significativa.

Facilitar el acceso a la tecnología

La tecnología puede ser una herramienta poderosa para combatir la soledad en adultos, especialmente para aquellos que tienen dificultades para salir de casa.

Enseñar a los adultos a usar dispositivos como teléfonos inteligentes, tabletas u ordenadores para comunicarse a través de videollamadas, correos electrónicos o redes sociales puede ayudar a reducir la soledad al proporcionar una conexión virtual con amigos, familiares y la comunidad en general.

Promover la movilidad y la independencia

Facilitar el acceso al transporte y los servicios que permitan a los adultos participar en actividades fuera del hogar puede ser fundamental para prevenir la soledad.

Esto puede incluir opciones de transporte público accesible, servicios de transporte compartido o la organización de grupos de viaje, que ofrezcan oportunidades para la participación en la comunidad.

Fomentar el voluntariado y el servicio comunitario

Participar en actividades de voluntariado y servicio a los demás no sólo proporciona una sensación de propósito, sino que también ofrece oportunidades para establecer conexiones significativas con otras personas. 

Involucrarse en proyectos comunitarios y servicios de voluntariado puede ayudar a los adultos a sentirse parte de algo, fortaleciendo su sentido de pertenencia y conexión con la comunidad. Existen voluntariados que permiten a los adultos establecer conexiones intergeneracionales con gente joven, por ejemplo.

Ofrecer apoyo emocional y acceso a servicios de salud mental

Proporcionar un entorno de apoyo donde los adultos se sientan escuchados y comprendidos puede ayudar a paliar la soledad. Además, asegurarse de que tengan acceso a servicios de salud mental y apoyo emocional en caso de necesidad es crucial. 

Ofrecer servicios de asesoramiento, grupos de apoyo y actividades terapéuticas puede ayudar a los adultos a manejar el estrés, la ansiedad y la depresión, promoviendo su bienestar emocional y mental.

Crear entornos inclusivos y accesibles

Fomentar comunidades y entornos sociales que sean inclusivos y accesibles para todas las personas adultas, independientemente de su situación física, cognitiva o económica, puede ayudar a reducir la exclusión social y promover las relaciones sociales.

Esto puede implicar adaptar espacios públicos y servicios para satisfacer las necesidades de todas las personas, así como promover la diversidad y la inclusión en todas las áreas.

¿Cómo prevenir la soledad no deseada en personas adultas?

¿Cómo trabajar la soledad en adultos?

Una vez la soledad no deseada ya está presente, es importante abordarla para superar estas emociones y volver a sentirse bien. Si tú o alguien cercano a ti tiene estos sentimientos, te vamos a explicar cómo hacerles frente:

  1. Identificar la soledad no deseada: El primer paso para abordar la soledad en adultos es reconocer estos sentimientos. Una vez identificada, se puede comenzar a trabajar para cambiar el enfoque mental y adoptar estrategias para evitar caer en un círculo vicioso de aislamiento emocional.
  2. Buscar servicios de apoyo comunitario: Informarse sobre los servicios de apoyo comunitario disponibles puede ser una forma efectiva de encontrar recursos y ayuda para combatir la soledad. Muchas comunidades ofrecen servicios sociales que pueden proporcionar un sentido de conexión y apoyo emocional a los adultos que se sienten solos.
  3. Identificar personas de confianza para mantener el contacto: Mantener el contacto con personas de confianza, como vecinos, amigos cercanos o familiares, puede ser una fuente importante de apoyo social y compañía. Establecer relaciones sólidas y mantener comunicación regular con personas allegadas puede ayudar a contrarrestar la sensación de aislamiento y soledad.
  4. Buscar intereses comunes: Buscar actividades o intereses compartidos con otras personas puede ser una forma efectiva de desarrollar un sentido de comunidad y socializar en torno a algo que te gusta y te interesa.

Mejorar la calidad de vida de los demás no cuesta nada

Todos tenemos un papel fundamental para evitar el avance de la soledad no deseada en nuestras comunidades. Reconocer la importancia de las conexiones sociales es el primer paso para construir una sociedad más solidaria y compasiva. 

Es esencial recordar que somos seres sociales por naturaleza y que el contacto humano es vital para nuestro bienestar emocional y mental.

Puede ser algo tan simple como escuchar a un amigo que necesita desahogarse, invitar a un vecino a tomar un café o participar en actividades comunitarias que fomenten la conexión. 

Desde el punto de vista profesional, los Técnicos de Atención a Personas en Situación de Dependencia desempeñan un papel crucial en la prevención y la intervención en casos de soledad no deseada

Estos profesionales están sensibilizados y capacitados para identificar las necesidades emocionales y sociales de las personas que cuidan, brindando apoyo y compañía en momentos de vulnerabilidad.

No debemos olvidar que los gestos de amabilidad y comprensión pueden tener un impacto enorme en la vida de aquellos que se sienten solos y aislados. 

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Emma Navalon Pascual
Emma Navalon Pascual

Curiosa por naturaleza, me encanta investigar y contar historias. Desde pequeña me interesa mucho la tecnología y el entorno digital. Por eso, me convertí en periodista y ahora me dedico a escribir contenido en Internet.

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