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¿Has conseguido estar una semana sin escuchar nada de música, ya sea de forma voluntaria o involuntaria? Con toda probabilidad la respuesta a tu pregunta es no. La música está omnipresente en nuestras vidas. De media, los españoles escuchamos casi 3 horas de música al día, según una reciente encuesta de la Federación Internacional de la Industria Fonográfica.
Asimismo, a nivel terapéutico, la música es utilizada en diferentes tratamientos, como para tratar desórdenes neurológicos como el autismo o el alzheimer o para tratar la depresión leve.
Qué hace tu cerebro cuando escucha música
Al escuchar música, el cerebro segrega dopamina -también conocida como el neurotransmisor del placer-, liberada por el hipotálamo. En este sentido, se activan diferentes áreas del cerebro:
- El córtex profrontal o el cerebelo con la tonalidad.
- El área de la Broca o el córtex motor con las letras de las canciones.
- El cerebelo derecho o el córtex frontal izquierdo con el ritmo de una pieza.
En el caso de los músicos profesionales o de las personas que tocan algún instrumento, presentan una mayor actividad en el lóbulo temporal del cerebro y propicia el desarrollo de la atención y las habilidades cognitivas.
Los mecanismos que se producen son los siguientes: los sonidos impactan en el oído, se transmiten al tronco cerebral y a la corteza auditiva primaria. Dado que nuestro cerebro almacena una cantidad enorme de información -también relacionada con la música escuchada anteriormente-, la respuesta cerebral puede variar en función de diferentes factores.
Efectos de la música en nuestro cuerpo
Escuchar música produce diferentes beneficios en nuestro cuerpo:
- Modifica el estado de ánimo
- Ayuda a reducir los niveles de estrés
- Estimula la concentración
- Produce un buen desarrollo cognitivo del ser humano
La musicoterapia y sus múltiples aplicaciones
Ya hace años que diferentes profesionales sanitarios y centros de salud y hospitales de referencia recurren a la musicoterapia como parte del proceso de tratamiento de un paciente. Está demostrado que la musicoterapia puede ayudar a diferentes perfiles de pacientes y enfermos.
Por ejemplo, los niños con autismo conectan su estado emocional con la música y, en cambio, les cuesta mucho hacerlo con las palabras. O personas con alzheimer avanzado, que no recuerdan ni su nombre y, en cambio, pueden reaccionar ante una melodía conocida. Es fruto del almacenamiento de recuerdos en el cerebro, concretamente en la amígdala. Incluso es beneficioso para los pacientes oncológicos terminales. Les ayuda a distraerse de su grave enfermedad y lo utilizan como medio de expresión. Estas terapias de están aplicando en el Hospital del Mar de Barcelona.
Así que ya sabes… ¡a seguir disfrutando de la música! 🙂
El funcionamiento del cerebro lo estudiarás en los ciclos de Sanidad de ILERNA Online.
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